Tecnologías Contra los Desastres Naturales

Tecnologías Contra los Desastres Naturales


Por: Jesús Gustavo Ballesteros Nevarez


Podemos definir a los desastres naturales como todo evento producido por fenómenos naturales, que dejan como consecuencia la pérdida de vida, y daño a la economía del área afectada. Algunos desastres naturales provocan más daños, y otros pueden no tener mucho impacto en las localidades que afectan. Como su nombre lo indica, son causados por procesos naturales, y pueden ser clasificados según su origen; Están los desastres geofísicos (Terremotos, tsunamis, volcanes), normalmente provenientes del movimiento de las capas de la corteza terrestre. También están los desastres meteorológicos (Ciclones, sequías, tornados), relacionados con variaciones en la atmósfera de la Tierra.


Los desastres naturales, obviamente, no son recientes. A lo largo de la historia han sido documentados varios desastres que perjudicaron a localizaciones humanas. Ejemplos serían la erupción del Monte Vesubio del año 79 d.C, y el terremoto de Lisboa de 1755. Sin embargo, recientemente, acciones del ser humano sobre el ambiente, han intensificado la cantidad y efecto de los desastres naturales


Las principales actividades que pueden dar lugar a sismos, dice el investigador, son la minería, la extracción de energía geotermal, rellenar un embalse con agua, inyectar residuos líquidos, inyectar fluidos generados por el fracking así como la actividad misma y los métodos convencionales de extracción de gas y petróleo (BBC News Mundo).


El calentamiento global provoca un alza en las temperaturas promedio del mundo, en cambio aportando al derretimiento de los polos, e igualmente, el acumulamiento de gases de efecto invernadero, intensifica los desastres hidrológicos y meteorológicos, como los son los huracanes (europa press, 2021). La intensificación de los desastres naturales también provoca que estos produzcan más daños a las áreas que perjudican, incluyendo el número de muertes que podrían provocar. Es por ello que varias ramas de la ciencia, como la meteorología, o la sismología, se encargan de estudiar dichos fenómenos en búsqueda de métodos de precaución, o, herramientas de predicción. Estos últimos serán el foco principal de este artículo.


La historia de herramientas de predicción de desastres naturales


La falta de tecnología, o conocimiento transferible real, provocaba que los habitantes de una zona no fueran conscientes de posibles desastres naturales. Un aspecto resaltable de la erupción del Monte Vesubio, era que las poblaciones cercanas estaban sujetas a terremotos leves continuos por un tiempo antes de la erupción volcánica. Igualmente, los pueblos agrícolas estaban sujetos a las condiciones meteorológicas, no contaban con una manera real de saber que una tormenta violenta sería capaz de arruinar los cultivos. En siglos pasados, ciertos aparatos eran capaces de, cuanto menos, localizar variaciones en magnitudes, como lo sería la presión atmosférica, velocidad de vientos, etc. Sin duda, esto fue un gran avance en la “predicción” de desastres atmosféricos. Sin embargo, la imprecisión del equipo podría resultar en tardanzas en cuanto a la recolección de datos, o en errores de los mismos valores de los datos.


Actualmente, tecnologías mejor calibradas, o en ubicaciones más estratégicas, nos permiten una mejor recolección de datos. Un punto de crucial importancia para la predicción de desastres naturales es la recolección de datos, por lo que mejor sea la calidad de los datos, mejores serán las predicciones. Un buen ejemplo de los métodos de predicción actuales, es la categorización de huracanes de la escala Saffir-Simpson. Esta escala coloca a huracanes en una categoría del 1 al 5 según la velocidad de sus vientos, donde un huracán categoría 5 tendría los vientos más veloces. La categorización de huracanes nos ayuda a darnos una idea de los posibles daños que un huracán podría causar. Y herramientas tales como barómetros y anemómetros son usados para tomar los datos y así poder clasificar a los huracanes (Fig. 1).


Fig 1 A la izquierda se ven las especificaciones de la Escala Saffir Simpson usada en México. A la derecha se ve un ejemplo de un anemómetro (Mide la velocidad del viento) utilizado para categorizar huracanes


Importancia de la tecnología actual


El anterior ejemplo, sobre el uso de herramientas para predecir la posible intensidad de un huracán, es de un desastre meteorológico. Sin embargo, este tipo de desastre, a diferencia de los desastres geofísicos, se pueden predecir. Podemos saber de los desastres meteorológicos gracias a variaciones en las condiciones de la atmósfera, tal vez la humedad, temperatura, etc. Pero la gran mayoría de los desastres geofísicos ocurren repentinamente, sin previo aviso. Esto les da una naturaleza hasta cierto punto impredecible.


Por otro lado, tenemos que considerar la información y datos que dejan los desastres naturales después de que ocurran. Esta fue la forma en la que logramos dar con los sitios más frecuentes para los desastres geofísicos, alrededor de las placas tectónicas. Gracias al avance de la tecnología, somos capaces de saber donde es más probable que ocurra un terremoto. Esta capacidad de análisis de datos no solo es aplicable en los desastres geofísicos, sino que también es útil en cuanto a predecir desastres meteorológicos. Ahora se sabe de los lugares donde tanto terremotos, actividad volcánica o sequías pueden ocurrir.


La velocidad con la que se transmite la información también resulta de gran importancia a la hora de prevenir nuevos desastres. Imágenes satelitales de la formación de un huracán resultan tan útiles como valores en cuanto a variaciones atmosféricas, y juntas nos permiten dar con mejores predicciones respecto al peligro que una localidad tiene de ser azotada por un huracán. Quizás no seamos capaces de predecir cuándo se producirá un terremoto con antelación, sin embargo, sensores en puntos estratégicos en la Tierra, son constantemente monitoreados por instituciones sismológicas. Estos sensores son capaces de percibir movimiento en las placas segundos antes del terremoto. Esta ventaja de segundos puede ser crucial en cuanto a los daños totales que el terremoto producirá, puede que ante las alteraciones, estos sensores envían la señal a plantas eléctricas o nucleares, para así parar cualquier acción que esté ocurriendo en ellas antes que que el sismo empiece (Fig. 2) (BBC News Mundo, 2010).


Fig. 2 Un ejemplo de como sensores pueden captar una señal sísmica, y en segundos mandarla a servicios y aminorar daños, en este caso la señal es recibida por un sistema de trenes para detenerlos ante posibles derrumbes


Pensamientos Finales


En la escritura de este artículo me concentré en una de las posibles respuestas del humano ante la intensificación de los desastres naturales, la de predecirlos. Sin embargo, ante el incremento del efecto humano en aquellos fenómenos naturales, debemos de preguntarnos si ser capaces de predecirlos es suficiente para estar preparados para enfrentarlos. La creciente inseguridad que la intensidad de los desastres naturales provoca debería hacernos reflexionar si queremos seguir manejando el problema de está manera. No todos los lugares son capaces de desarrollar estas tecnologías, sin embargo todos nos vemos afectados por los desastres naturales. La otra respuesta sería la de reducir el efecto humano sobre los ciclos naturales. Y aunque es claro que tampoco todas las naciones pueden aminorar su efecto de un día para otro. Debería ser de los objetivos de todos los gobiernos plantearse cómo estos fenómenos afectan a nuestros futuros.


Bibliografía


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